Por Monserrat Californias
En una decisión histórica, Kirsty Coventry, exnadadora y ministra de Deportes de Zimbabue, ha sido elegida como la primera mujer y la primera persona africana en presidir el Comité Olímpico Internacional (COI).
La elección se llevó a cabo durante la 144ª Sesión del COI en Costa Navarino, Grecia, donde Coventry obtuvo 49 de los 97 votos en la primera ronda, superando a otros seis candidatos, incluido el español Juan Antonio Samaranch hijo, que quedó en segundo lugar con 29 votos.
Coventry, de 41 años, es ampliamente reconocida por su destacada carrera deportiva, habiendo ganado siete medallas olímpicas en natación, incluidas dos de oro. Además, ha desempeñado roles significativos en la administración deportiva, siendo presidenta de la Comisión de Atletas del COI y ministra de Deportes de Zimbabue desde 2018. Su elección marca un hito no solo para la representación femenina en el deporte, sino también para el continente africano.
Durante su campaña, Coventry enfatizó la importancia de abordar temas como la diversidad, los derechos de los atletas, las cuestiones de género y la sostenibilidad de los Juegos Olímpicos. Su visión incluye ampliar la participación olímpica y asegurar la relevancia de los Juegos para las nuevas generaciones. También destacó la necesidad de una “conversación muy profunda” sobre el futuro del programa de patrocinio TOP del COI y presentó cinco puntos clave para su mandato.
La elección de Coventry ha sido respaldada por el presidente saliente del COI, Thomas Bach, quien promovió la paridad de género durante su mandato. Coventry ha sido vista como una aliada cercana de Bach y se espera que continúe con su línea política, promoviendo una mayor apertura y participación de los miembros del COI. Su elección es vista como un paso significativo hacia la igualdad en el deporte.
Coventry asumirá oficialmente el cargo el 24 de junio de 2025, sucediendo a Thomas Bach. Entre los desafíos que enfrentará se encuentran las tensiones geopolíticas, la participación de atletas de Rusia y Bielorrusia en los Juegos Olímpicos, y la adaptación del movimiento olímpico a las realidades cambiantes del siglo XXI.