Por Monserrat Californias
La presidenta Claudia Sheinbaum celebró recientemente que México se encuentra entre los 10 países más felices del mundo, según el World Happiness Report 2025 y destacó que “al pueblo de México nadie puede vencerlo y menos ahora; el pueblo de México es lo mejor de nuestro país y ahora está empoderado”.
El informe sitúa a México en la décima posición, un ascenso notable desde el puesto 25 del año anterior. Este avance se atribuye al fortalecimiento de la confianza social y la convivencia en el país. Es destacable que, por primera vez, dos naciones latinoamericanas, Costa Rica y México, ingresan al top ten de este ranking.
Sin embargo, estudios recientes revelan que, a pesar de este reconocimiento, existen preocupaciones significativas entre la población mexicana. Según una encuesta de Ipsos, el 59% de los mexicanos identifica su situación financiera como la principal causa de infelicidad. Otros factores mencionados incluyen la salud mental y física, reflejando cómo el estrés y las enfermedades impactan en el bienestar general.
Además, el estudio señala que la familia y los hijos son considerados el principal motor de felicidad para el 45% de los encuestados en México, seguido por sentirse apreciado y valorado (34%). Estos datos resaltan la importancia de las relaciones interpersonales en la percepción de felicidad de los mexicanos.
Este contraste entre el reconocimiento internacional y las preocupaciones internas sugiere que, aunque México es percibido como una nación resiliente y optimista, es crucial abordar los desafíos económicos y de salud para mejorar aún más la calidad de vida de sus ciudadanos. La administración actual enfrenta el reto de equilibrar estos aspectos para mantener y aumentar los niveles de felicidad en el país.