Por Luis Martínez Alcántara
El grupo musical Los Alegres del Barranco fue imputado por la Fiscalía de Jalisco por presunta apología del delito, luego de proyectar imágenes de líderes del narcotráfico durante un concierto en Zapopan.
Durante la presentación, se mostraron fotografías de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, mientras interpretaban canciones alusivas a su figura. Esta acción ha generado una investigación judicial y la imposición de medidas cautelares para los integrantes de la banda.
El juez encargado del caso fijó una fianza total de 1.8 millones de pesos, equivalente a 300 mil pesos por cada uno de los seis imputados, incluyendo a los músicos, su representante y el promotor del evento. Además, se les prohibió salir del estado de Jalisco hasta que se resuelva su situación legal.
La audiencia para determinar su vinculación a proceso está programada para el próximo 12 de mayo. Mientras tanto, la agrupación deberá presentarse nuevamente ante la Fiscalía para continuar con las diligencias correspondientes.
Este caso reavivó el debate en México sobre los narcocorridos y su influencia en la sociedad. La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado que, en lugar de prohibir este tipo de música, se debe promover la creación y difusión de contenidos que no glorifiquen la violencia ni el crimen organizado.
Sheinbaum enfatizó la importancia de educar y orientar a la población, especialmente a los jóvenes, para que elijan consumir música que fomente valores positivos. En respuesta a esta problemática, el gobierno federal ha lanzado iniciativas como el concurso “México Canta”, que busca incentivar la composición de canciones que resalten aspectos culturales, sociales y emocionales alejados de la apología del delito.
El caso de Los Alegres del Barranco se suma a una serie de acciones emprendidas por autoridades estatales y federales para regular la difusión de contenidos que puedan ser considerados como apología del delito.
Mientras algunos sectores abogan por la libertad de expresión artística, otros señalan la necesidad de establecer límites cuando se trata de mensajes que puedan influir negativamente en la sociedad. La resolución de este caso podría sentar un precedente importante en la regulación de la música en México.